"El poso amargo del café" de María Menéndez-Ponte.
- Belfast
- 17 jun 2016
- 2 Min. de lectura

Nunca he sido demasiado fan de leer libros de historias reales como biografías o diarios (salvo el de Ana Frank, porque es mucho más que un simple diario) y aún me gustan menos las lecturas obligatorias de secundaria. Pero en este caso, mi primera reseña trata sobre una historia real y además, la primera lectura obligatoria que me mantuvo en vela toda la noche.
Es la historia de un chico llamado Julio, de Madrid, que ha tenido una vida complicada. Sus padres eran drogadictos y en la primera escena, Julio y su hermano pequeño presencian cómo su padre apalea brutalmente a su madre y éste va a prisión. La madre los abandona a los dos en una 'residencia' y se va a vivir a Alicante.
Julio, conforme va creciendo, empieza a hacer amistades no muy convenientes y se mete de lleno en el mundo de la delincuencia y la droga. Durante la historia, Julio habla de vez en cuando con su voz interior, 'su conciencia', que cobra un papel importante e interesante en la historia.
La lectura no se hace para nada pesada ya que el vocabulario que emplea es bastante actual y no maquillan ninguna palabra. Describe bastante bien lo que es ese mundo y lo jodido que es salir de él. Cuenta toda su adolescencia, las chicas que conoce, la vida de sus amigos, sus robos...
Julio también tiene sus hobbies, como el taekwondo, y es eso lo que en parte le ayuda a cambiar. Siente que está tocando fondo y el haber visto a su padre y a su madre años después hace que su vida dé un giro de 360 grados.
La historia tiene muchos momentos de flashback, lo que la hace más entretenida y más rápida de leer.
Frases del libro:
- Después tengo una laguna, porque lo siguiente que recuerdo es a mi padre en el portal pegando a mi madre con una silla, y yo llorando. No entendía qué podía haber hecho mi madre para merecer semejante paliza.
- Salir del zulo aquel de mala muerte fue una sensación inexplicable, como la del pájaro que ve cómo le abren la jaula y puede volver a volar. La sensación de libertad me estallaba por dentro como una gaseosa recién agitada. Quería beberme todo el oxigeno del aire, comerme los olores...
Este libro también hace alusión a El caballero de la armadura oxidada que, según el padre del protagonista, ha sido un pilar para él dentro de la cárcel y se ha sentido bastante identificado ya que estando preso descubre que tiene una enfermedad bastante grave.
Es una historia que recomiendo a todo el mundo porque te enseña muchísimas cosas de la vida, que aunque sabemos que están ahí, no nos damos cuenta y lo obviamos porque las vemos en segundo plano y esta lectura hace que veas el mundo desde otro ángulo, pero en especial, se lo recomiendo a toda esa gente que haya tenido problemas familiares, con drogas o malas amistades y que necesiten ese empujón para querer cambiar, tan sólo con leer la vida y la experiencia de otra persona.
No es un libro de psicología ni auto-ayuda, pero no hay nada mejor para un cambio que aprender de los que cambian.
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