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La falsa amistad.

  • Castle
  • 17 jun 2016
  • 2 Min. de lectura

Últimamente lo he estado pensando mucho y es verdad eso que dicen que los amigos de verdad se cuentan con los dedos de una mano y, a veces, incluso te sobran dedos. He vivido una de las formas más crueles de darse cuenta de esto y ojalá que no me hubiese dado cuenta así.


Y me refiero a que normalmente, si te pasa algo de gran importancia, la gente que de verdad te tiene aprecio se vuelca en ti. En cambio, quien no lo tenga te dirá -como mucho-, que lo siente y una vez te pierda de vista, te olvidará y no mostrará ni una pizca de preocupación. Aunque para echar más leña al fuego, lo que más me repatea de esa gente son sus enfados y por supuesto, con toda la chulería del mundo, que ni te miren a la cara. Lo odio profundamente. Por estos pensamientos que me corroen el alma, he querido empezar en este blog dedicándole el post a las amistades. A las más falsas amistades.


En realidad nunca me había importado esto porque siempre he ido un poco a mi bola, pero desde ese año, pienso bastante en que la relación más importante que puede haber es la amistad. Porque puedes estar bien sin pareja, pero nunca podrás estar bien sin amigos. Si tu pareja te falla, tienes a los amigos que te respaldan. En cambio, si te fallan tus amigos, ¿quién te respalda?




De un modo u otro, las personas se necesitan entre ellas.


Realmente creo que esta experiencia me ha marcado demasiado en relación con la gente nueva que este año he conocido, o pueda conocer, y me rehúso un poco más a dejarme llevar con ellos, por miedo a tener más decepciones. Pensaréis que es algo raro, pero para mi, como he dicho arriba: La amistad es lo más importante.


Los amigos de verdad están ahí, para todo. No van por estaciones. Cada día del año cuentan contigo y viceversa. Te ofrecen su ayuda si la necesitas. Te dan sus opiniones sobre tus problemas. Los amigos de verdad perduran por encima de todas las parejas, incluso si se caen mal. Te putean y, sobre todo, te lo discuten todo. Con los amigos de verdad tendréis discusiones tontas y peleas absurdas pero luego acabareis bebiendo y riendo como si no hubiese pasado nada... Porque esa es la amistad de verdad. La que tiene todo lo bueno y todo lo malo, pero siempre está.


Muchos dirán que la tienen, pocos sabrán que lo que tienen es otra falsa amistad.


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Por Distrito Poético.                                                                                                                       Escribe con nosotros

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