Personalidad encerrada
- Scânteie
- 11 jul 2016
- 4 Min. de lectura

Hoy parecía un día tranquilo, todo apuntaba a que hoy no iba a escribir nada al igual que otros días;no sentía la necesidad. Y de pronto, a las 15:25, algo pasa, algo me enciende por dentro y me hace coger el ordenador para escribir.¡Qué difícil es a veces!
Es difícil ser imparcial, no dar opiniones y no ofender. Cuando se las das a alguien que no es cercano a ti, no te importan las consecuencias que vayan a ocasionar tus palabras; pero cuando la persona te importa, las cosas cambian amigos.
Tengo una forma muy peculiar de hablar, no me cabe duda. Suelto las cosas que pienso a diestro y siniestro, soy un libro abierto. Porque mis formas de ver el mundo como ser humano son diferentes a las tuyas, porque para lo que para ti es negro o blanco para mi son escalas de grises o imensos arcoiris.
¿Ahora de qué me vale el haber liberado mi mente? No sé cómo te sentirás tú en este momento. Y mientras yo, me siento como una mierda. Sé que si te tuviera delante no me atrevería siquiera a mirarte a la cara, saber que yo he sido el detonante de tu dolor. Me gustaría decirte, aunque no me atrevo, por ello te lo escribo:
" Lamento no ser lo que tu querías que fuera, supongo que lo querías porque piensas que es lo mejor para mi. Siento mucho no ser como tú, no actuar según como tú esperas y siento que todo lo que yo haga te parezca mal. No es eso, me gusta mucho mi libertad, no sporto ser igual al resto de la sociedad, la imitación no está hecha para mi. No se me da bien ejecutar órdenes, cuando lo he hecho, la mayoría de veces ha salido mal. Soy muy capaz de analizar las situaciones para darme cuenta de qué es lo que está mal,supongo que eso lo sabes, por eso "selecciono" a las personas con facilidad.
Siento mucho no darte la razón si no la tienes, si te la diera me traicionaría a mi misma, me sentiría culpable por no decir lo que yo pensaba. No me gusta ser falsa, si no me gustas te lo hago saber.
También siento si te hice daño al elegir al "chico equivocado". A mi me gustaba, con eso bastaba. No tenía porqué gustarte a ti. Estuve un tiempo con aquel chico y por suerte me sirvió de algo, de bofetón, de darme cuenta que los chicos "malos" no son tan malos. Que las apariencias engañan y que no todos los chicos mujeriegos engañan o hacen daño. Perdona si el hecho de verme una sonrisa en la cara no te parecía suficiente razón para seguir con él, al fin y al cabo, era cierto que era malo para mi: hacía que sintiera algo, me hacía preocuparme por él, cuando antes sólo pensaba en mi.
También lamento mucho que no te guste mi forma de vestir. En un principio, vestía de acorde a tus gustos, hasta que me di cuenta que me hacía infeliz, encerraba mi personalidad. Perdóname por darle más importancia a mi felicidad que a ir de etiqueta y según va la sociedad. He de decir que me gustó mucho el que por primera vez me vieras rebelde, pero esa que te escuchaba no era yo y no iba a permitir más a que dirigieras mi vida.
Siento mucho no pasar tiempo contigo y preferir estar con mis amigas. Para mi las amigas son las más importantes, son las que me apoyan, las que me escuchan y las que dan sentido a mi vida; son mi refugio.
Siento no ser lo que tú habrías querido. Yo no quería decepcionarte,siento que no me gustaran las mismas cosas que a ti, que no viera igual las cosas que tú. Yo tengo que vivir para saber si me equivocado,tengo que probar para ver si me gusta algo, si no lo experimento no lo veo claro, yo soy así.
Déjame "darme de bruces contra el suelo" como dices tú. Si esa es la única manera de que aprenda de mis errores y aprenda por mi misma a resolver mis problemas,bienvenida sea la técnica.
Disculpa también todas las demás veces que has sentido decepción y yo no conozco, seguro que son muchas más de las que sé. Nunca fue mi intención hacerte sentir así, y sé que tampoco es tu intención hacerme sentir así.
Deja también que te dé las gracias. Gracias por darme la vida y cuidarme siempre, por tantas veces que has estado a mi lado,y no hablo de las enfermedades pasadas, sé que a veces es duro hacer de médico de la familia. Gracias por darme todo lo que ha estado en tu mano para que sea feliz, aunque mis caminos no te gustaran. Gracias por los ratos de charlas y risas que a veces hemos echado.Gracias por preocuparte por mi. Gracias por enseñarme que no soy como tú, que soy diferente y que lo que a ti te molesta, a mi me ha llegado a salvar la vida, y no pasa nada.
Siempre tendremos nuestros "roces", todos los tienen, pero pase lo que pase, quiero que sepas que te quiero y siempre te querré.
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