MI MANERA DE BESAR(TE)

Esa manera mía de besarte, como no beso a cualquiera, como no he besado a nadie más. Esa extraña costumbre que tenía, y dicho sea de paso, tengo, de devorarte los labios, de saborearlos. Como si se parara el tiempo, como si volara mi alma fuera de mi cuerpo y solo notara la textura suave y mullida de tus labios. Suave y lento, sí, pero es que solo a ti te lo hago así, suave y lento. Acariciando tus labios con los míos como si no hubiese nada más sabroso en este mundo que tú. Pegándome a ti, ansiando ese momento en el que, mi boca inquisidora conquiste por fin la tuya. Lengua con lengua, labio con labio. Y es que tu lengua sabe bien lo que me gusta, y cuando me lo das, un escalofrío recorre mi columna y es cuando me doy cuenta que nadie más besa ni besará como tú.

Y es que nuestras bocas están hechas a medida, a la medida de nuestros besos, esos que tanto nos hemos dado durante horas, días, meses y años. Y es que besarte nunca se me olvida, como subir en bicicleta, y aunque al principio me halle torpe por la falta de costumbre y del paso del tiempo, en poco tiempo enderezo el manillar de mi boca y recorro diestra la carretera de tus labios. Y es que no conozco otra forma que no sea fundirme en ti, y no solo hablo de manera sexual, porque en estos tiempos que corren el sexo con los demás me parece vacío carente de sentimiento, solo un alivio para el cuerpo y una piedra pesada más para mi alma.

Por eso déjame besar, besarte a mi manera, lento y húmedo, y no por ello con menos pasión. Que todos sabemos devorar la boca y muy pocos sabemos llegar con un beso al corazón.